foto principal 3 - mascara rojo - 2.jpg

Te acompaño…

Yo no sé más que tú. No voy a arreglar un problema que tengas con consejos milagrosos, siento decirte que no tengo una varita mágica. Tampoco voy a decirte qué debes o no debes hacer. Voy a ayudarte a que te des cuenta de qué haces, cómo lo haces y para qué lo haces. Voy a ayudarte a que puedas hacer algo distinto para estar más en paz. Y por supuesto que trataré de ofrecerte otro punto de vista y te sugeriré cosas, pero siempre serás tú quien decida por dónde avanzar, tú decidirás qué camino tomar. Porque si aprendes con tus propios recursos a estar en paz, nunca lo olvidarás. Así comenzarás a andar un camino para estar más en paz y yo voy a acompañarte. Vamos a transitar ese camino juntos,  en el que te conocerás mejor y así podrás hacer, actuar y sentir de otro un modo más sano, más ecológico y sobre todo más compasivo contigo y los demás.

Te acompañaré para que puedas tratar de comprender y sanar aquello que te preocupa sin poner etiquetas, ni encasillarte en una definición. Tu problema, tu camino y tu sanación son únicos y sólo tú sabes cuáles son, yo te ayudaré a que los encuentres.

Para transitar este camino, sobre todo, hablaremos. Puede que en ocasiones también hagamos otras cosas, quien sabe, quizá saber un poco más sobre la historia de tu familia, quizá jugar un poco a actuar como si fuéramos otra persona, o quizá dar saltos para mover la energía. Cada sesión es distinta, al igual que cada día es distinto

En las sesiones trabajaremos con distintos tipos de herramientas, según lo requiera el momento presente, ya que cada sesión es única..

Y hablando de las sesiones, estas pueden ser presenciales u online. Además, en cuanto a mis honorarios, consulta condiciones especiales si estás en una situación de desempleo o afectado por un ERTE que puedas acreditar.

¿Andamos juntos este camino?

Siguiente
Siguiente

La primera sesión